viernes, 5 de junio de 2015

MÁS TEATRILLO LISHUI

La próxima semana o la siguiente parece que se acaban las clases por aquí. Posteriormente a los alumnos les quedan una o dos semanas de exámenes y la consabida vorágine del final de curso. Como en todas partes, nervios, apretones... para qué extenderme. 

Hemos querido redondear el trabajo que estoy haciendo aquí y Sandra (la profesora china de español) y yo hemos pensado en rematar la faena con otro teatrillo. Un par de vueltas (más que un par) al tema y ¡ya está la segunda parte de las "Flores de Boda"! A ver ahora cómo lo encajan. Hay que hilar fino. No sabes demasiado cómo son. Todavía no ha habido tiempo para cogerles del todo el tranquillo. Algo sí, de todas formas. 

Y si no les pillas por dónde cojean, con qué se emocionan, con qué se ríen, con qué se desinhiben, si no les llegas a ese rinconcito que todos los alumnos tienen y que ¡cuánto nos cuesta encontrarlo!, estás vendido. Una vez que le has "entrado"... vía libre para lo que sea. Luego estará lo más o menos aplicado que el chaval -chavala, mayoritariamente en este caso- sea. El gran José Luis Sampedro, economista y pensador recientemente fallecido con cerca de 100 años, decía que la Educación no es otra cosa que la combinaión de Amor y Provocación.

A estos les va mucho el folletín te-quiero-me-quieres. Les van mucho las series de televisión de ese pelo. Pues iremos por ahí. Ayer fui a clase con el texto. Me dejé la piel en el encerado-asador con dibujos, acción, mimo y todo el Centro Dramático en escena. Tenía que conseguir que les gustara. (Pensándolo fríamente es una tontería de historia). Son chinos que de repente se tienen que meter en la piel de unos de una tierra e idioma tan lejanos que ... El caso es que todas mis dudas se disiparon al verles cómo se reían con cualquier expresión o cualquier guiño al flirteo. Y se pusieron a ensayar con tal entusiasmo que lo que yo pensaba que podía ser una clase tediosa, larga y con la posibilidad de que no sirviera de nada. ¡Quiá!

¡Lo que se pudieron reir los chinos/as! ¡Y yo! ¡Y Sandra! ¡Y tres alumnas nuevas que hasta ayer no habían aparecido! Yo no entendía muy bien el porqué de tanta risita cómplice, si el texto es más bien moñoño. Pero, ya he dicho antes, les va el amor-series-tv.

Quede claro, de todas formas, que la base de conocimiento de la lengua se la deben al profesorado que semana tras semana han peleado con el sujeto, predicado, adjetivo adverbio... ¡Eso sí que es heavy! Lo mío, tal como lo he planteado, es más llevadero, más divertido. Pero no por ello menos fructífero. No, eso sí que no. 

Así que voy a cerrar este rollete. En otra entrada aparte tenéis el texto del teatrillo. Cada cual se imagine como quiera a unos chinos que no pueden pronunciar la "erre", o que tienen que decir "tócate las narices", a ver cómo les haces ver a qué viene el plural de "nariz" y para qué te las tocas.... Todo eso y más.

La semana que viene ya toca la actuación. Si el ensayo salió estupendamente bien, esto mejor. 

¡Feliz boda!





2 comentarios:

  1. Así que el amor también triunfa en China, donde el fin de curso y los exámenes llegan igual que en el resto del mundo que tenemos cerca. Pues nada, que Santo Tomás de Aquino (que si no era de aquí, quizás fuera de China) reparta suerte. Aunque la suerte suele acompañar más fácilmente a los que más números han comprado, o en este caso, a los que mejor se han preparado para enfrentarse al fin de curso. Lo dicho, alea jacta est!

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  2. Los exámenes parecen no saber nada de cambios de horarios. Ni el amor teatril de continentes.

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